De todos es sabido que la vicedelaVega es «maestra de tolerancia». Como tantos otros políticos (de izquierdas, solo de izquierdas, que los de derechas, como ella misma les contaba -ver vídeo- a chavales de unos quince años, en su propio colegio, ya se sabe que representan el miedo, la oscuridad, y todas esas cosas…). Y así, modelo de ecuanimidad como es, ella asigna y da o quita, tiques o pegatinas de tolerancia según le parece a su buen juicio…
La penúltima (siempre hay y habrá una última) es decir que las declaraciones de Rajoy acerca de los inmigrantes son «intolerables». Y es que esto va así, y Rajoy no se entera (tampoco) de eso. Es de la Vega, la izquierda, el projerío, quien decide qué, cuándo y cómo es tolerable y su contrario.
Ciertamente creo que Rajoy no ha estado nada afortunado (tampoco) en lo que ha dicho; o en la forma, momento y términos exactos en los que lo ha hecho. Pero me da igual. Quiero decir (también), que me da, básicamente, igual lo que diga Rajoy. No hablo de eso (de estas o aquellas declaraciones de uno u otra). Lo que digo es que, me parece a mí, el líder de la oposición (es un decir -lo de líder y lo de oposición-) debiera poder decir lo que le diera la gana (dentro de los cauces ya sabidos de educación y todo eso) sin «miedo» a que llegue la otra con el martillo (y seguramente, si nos descuidamos, con la hoz) y te arree al grito de: «¡intolerable!». Ella y «los suyos» pueden decir lo que quieran, pero cuando «otros», en el ejercicio de su libertad (quizá equivocados, pero en el ejercicio de su libertad) dicen algo que a ella no le gusta, entonces: ¡a callar! Ya no se puede hablar, porque esas declaraciones son… «¡intolerables!»
Hablo, ya lo he dicho arriba, de que de la Vega, la izquierda, el projerío, otorgan y dan carnés (a modo de patentes de corso) de demócratas y tolerantes a quienes les parece. Empezando por ellos mismos. Y por sus amigos.
Nota: Si el vídeo se ve es… gracias a Youtube. Si no se ve es… por culpa de Youtube.
Me recuerda la conocida «ley del embudo» (lo ancho para mí, lo estrecho para ti) o aquel chiste (pa chistes estamos…) de los cazadores…
Dos cazadores. Muy cerca el uno del otro en sus puestos. Ven levantar el vuelo a dos pájaros. Disparan a la vez y los dos pájaros caen. Juntos, se acercan a recoger las piezas. Resultan ser una perdiz y una lechuza. Ambos se agachan para recoger la perdiz. Conflicto…
Diálogo entre los cazadores:
-Compadre, a mí me da igual, yo me puedo quedar con la perdiz y usted con el otro, o usted se queda con el otro y yo con la perdiz…
-¿Cómo, cómo? que no me he enterado muy bien…
-Pues eso, que para usted el otro y para mí la perdiz, o… que, a mí me da igual ¡eh!, para mí la perdiz y para usted el otro…
El otro cazador se rasca la cabeza y dice:
-Perdone pero no me entero…
-Pues ya le digo, si da igual, para mí la… (y repite, sonriente, «su fórmula»)
El otro termina de rascarse y dice:
-¡Compadre! ¿Cómo hace usted el reparto que a mí siempre me toca la de los ojos redondos…?
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Nos vemos.
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Por lo que parece te ha gustado mi perdiz. Bueno pues nada que la disfrutes. Un placer
Hola Estrella: Pues sí, mucho. Y muchas gracias. No te he pedido (antes) permiso para usarla porque si lo hiciera con todo lo que «uso» y esperara respuesta (probé a hacerlo y no funcionaba… por lento) no acabaría nunca… Pero, como en tu caso, siempre procuro poner créditos y enlaces. Lo dicho, que muchas gracias.
Un saludo.
Pablo G.